Se ha vuelto inevitable como mis versos, indomable como mi corazón. Te has convertido en todos mis sueños, en mi destino y en mi razón.
Puede parecer inconveniente como mi prisa o incluso hasta condenable como mi ausencia, pero tu sonrisa, tu voz y hasta la sensación del rose de tus labios se pasea por mi mente una y otra vez.
Sé que soy caprichoso como mis letras y hasta descuidado como mi canto, pero me gusta extrañarte sin motivos, casi tanto como inventarte sin coartadas.
Porque me gusta, porque no puedo evitarlo, porque me perdí...pienso en ti.