Culpable

Me cuesta aceptar que aunque siempre he sido honesto con lo que soy, conmigo y con los que me rodean... soy culpable.

Soy culpable de la curiosidad que me caracteriza y por la sinceridad que me acompaña. No puedo negar que mi filosofía y hasta mis sueños, siempre han cambiado con el caminar, pero a fin de cuentas, aun existe el niño que siempre fui.

Soy culpable de lo que hice, y también de lo que deje de hacer... soy culpable por querer serlo y peor aun de no poder justificarlo.

Me considero inocente de mis culpas, pero culpable de mi inocencia... siempre quise entender solo la mejor parte de las cosas, aunque algunas veces, solo pude captar la parte menos agradable.

Porque después de escuchar tu voz, el silencio me susurro que era mentira, porque después de sentir tu piel, el vacio me lleno de preguntas... Hoy me libero de mis culpas, siendo responsable de la culpabilidad que esto representa.

Quiero terminar esta página, y dar el caso por cerrado... quiero dar vuelta a la hoja y comenzar desde un mundo lleno de posibilidades, que me permita verme en el espejo y si encuentro una sonrisa, no me tenga que sentir nuevamente culpable.

Justamente ahora...

Esta es como la entrada número 4 del día hoy, aunque será la primera (y quizás, pero solo quizás, la única) que verá la luz. Podría decir que es complicado y que existe una razón que lo justifica todo... pero la verdad, solo puedo decir que es porque siento que así debe ser.

Primero pensé que era imposible, después intente negarlo... pero justamente ahora, no puedo más que solo aceptarlo. Comenzó sin notarlo, pasando desapercibido entre mis ideas y mis manías, pero ahora se ha convertido en mucho más que una teoría.

Se apareció cuando no debería, y se aferro a donde no se podía... pero a fin de cuentas ya esta ahí y eso me gusta y me molesta de una manera que no sabría explicar.

No sé bien el porqué, mucho menos él cuando... solo sé que sucedió y que justamente ahora soy testigo de lo terriblemente fantástico que puede llegar ser.

Me perdí por un momento, y ahora así quiero quedarme, porque aunque justamente ahora, no debiera querer estar... justamente ahora, ya no lo puedo evitar.

Al lado del camino...

No voy a negar que en cierto momento del día me perdí... no voy mentir y a decir que me dio igual y todo estuvo como siempre. No porque este orgulloso, ni porque me haya hecho cambiar de opinión, es mas... ni siquiera porque este arrepentido. Simple y sencillamente porque es la verdad.

Me sentí por un momento como a la orilla del camino, viendo como todos pasan y yo me quedaba allí. Después, mientras mi paso comenzaba a ser más lento, me di cuenta que al fin, de eso se trata... de probar y enriquecernos, de tomar decisiones, equivocarnos y acertar.

Ya estoy de vuelta en el camino con la mirada en el horizonte, nuevamente dispuesto a equivocarme, porque al fin de cuentas esta es mi vida, y no quiero que nadie la viva por mi... quiero llenar mi vida de aciertos y de errores, porque no permitiré que mis recuerdos estén repletos de lo que no paso y quizás pudo ser. Después de todo, mi vida es aquí y ahora.

El eterno regalo de la hoja en blanco

Desde siempre he sentido esa sensación fantástica e indescriptible de poder y libertad al tener una hoja en blanco frente a mi... será porque nunca he sido muy elocuente al hablar, o quizá porque me gusta poder tener más de una oportunidad para decir las cosas, pero en verdad, amo la sensación del regalo de la hoja en blanco.

Me gusta el tener la posibilidad de poder crearme un mundo aparte e inventarme todo lo que, para bien o para mal, no ha podido ser. Puedo ser lo que nunca he sido, y si así lo quiero, volver a ser lo que ya soy.

Sé que el poder que he obtenido con mi mundo, siempre se termina cuando pongo el punto final, pero a fin de cuentas la vida está hecha de pequeños momentos, y si por un momento puedo hacer lo que nunca he hecho, y llegar a ser lo que nunca seré... por respeto a la libertad y en honor a la vida, prefiero aferrarme a mi hoja de papel mientras la escribo, y aferrarme a mi vida mientras la leo.


P.D.
Una vez alguien me pregunto ¿Porque describir un mundo que a nadie le importa, y peor aún, que ni siquiera es real? En ese momento, solo pude sonreír sin saber que responder, ahora le diría junto con la misma sonrisa "Porque me hace sentir vivo..."