domingo, 27 de noviembre de 2011

Punto y aparte.

Pues sí, a veces también me subo al tren de lo-convencional y juego el papel de la-vida-no-tiene-sentido como todos… pero al fin, hoy me dio por bajarme un rato.

Sé que a veces me quejo de lo que no es pero pudiera, o porque no, me quejo de lo que es pero me gustaría que no fuera. Desde los políticos, la música y hasta la televisión, pasando por el tráfico y todo ese montón de gente que nos joden la existencia nada más porque sí.

Se me ocurren al menos unas 247 cosas que podrían sonar como un pretexto perfecto, o al menos razonable para decir que no estoy TAN loco y que si a veces me sale lo energúmeno es solo porque soy tan solo una víctima más de este mundo y sus demonios… pero no, hoy no.

Hoy acepto mi total e inocente culpabilidad. Porque a veces me preocupo demasiado, y otras tantas muy poco. Porque hoy me acorde que no soy punto y parte como a veces me gusta engañarme, soy parte del mismo párrafo con todo y todo, y aunque podría parecer otra cosa, lo digo satisfecho.

Porque somos parte de la misma oración, hasta podría decir que del mismo verso.

martes, 4 de octubre de 2011

Y es que aunque hay quien prefiere una imposibilidad inmediata a una remota posibilidad, quien puede decir que mejor a la incertidumbre es perder toda la fe.

Y es que aunque es mas fácil juzgar que perdonar, quien puede negar que en mas de juicio, el veredicto no fue exactamente justo o imparcial.

Y es que aunque hay quien prefiere ser elegido a necesitado, quien puede decir que nunca buscaría, de ser posible, asegurar pa’ siempre su lugar.

Y quien soy yo para juzgar lo que es normal o conveniente, quien soy yo para determinar quien esta o no en lo correcto, si a fin de cuentas todos padecemos del mismo mal.

sábado, 16 de julio de 2011

Tormenta de ideas

Constantemente nos estamos moviendo entre ese eterno conflicto de lo que queremos ser y lo que hasta ahora somos. Encontramos peros, porqués y hasta uno que otro profeta, pero a fin de cuentas todo siempre se resume en quien eres, y si estas feliz con serlo.

No me da miedo equivocarme, porque se que un acierto accidental puede pasar desapercibido al igual que un error bien capitalizado puede ser el mejor de tus aciertos, pero con todo y todo, a veces me cuesta aceptar con madurez mis errores.

Soy de los que creen que el momento adecuado es ahora, y que esperar un día mas para luchar por lo que quieres es un desperdicio de tiempo, pero tengo que confesar que a veces me da miedo pensar que remé contra corriente por testarudo, cuando pudo tomar otra ruta con el mismo destino.

Tengo claro que hay que darle tiempo al tiempo, porque hasta las cosas mas complejas se originaron de lo mas simple, pero esta tormenta de ideas se ha colado en mi cabeza y no me quedo mas que darle calma en este pequeña entrada.

sábado, 9 de julio de 2011

Hasta que el pueblo las canta, las coplas, coplas no son, y cuando las canta el pueblo, ya nadie sabe el autor…
Procura tu que tus coplas vayan al pueblo a parar, que al volcar el corazón en el alma popular, lo que se pierde gloria, se gana de eternidad….

Facundo Cabral
1937 - 2011

Los Chavales Gurú

Todavía me acuerdo de aquel primer día. Yo me presente vestido como padrino de bautizo con mi cara de idiota y mi experiencia bajo el brazo. Todo parecía tan diferente a lo que me esperaba, y casi hubiera podido jurar que había salido de un laboratorio escolar para entrar a otro.

Tengo que aceptar que al ver que me involucraba a un equipo de chavales como yo me sentí aliviado, puesto a que ya me había mentalizado de que seria un mocoso trabajando con señores de basta experiencia. Para bien o para mal, esa tranquilidad me duro aproximadamente 15 minutos, pues rápidamente me di cuenta que esos chavales de ahí ya venían de regreso cuando yo a penas iba.

No voy a negar que mis primeros días fueron complicados, y hasta tuve la oportunidad de tumbar un servidor y cometer algunos otros errores un poco grandes, pero de una manera o de otra, los chavales gurú me fueron guiando por el camino de la verdad, hasta que deje de ser una carga y comencé a ser algo mas o menos de utilidad.

En realidad no estoy seguro de como, ni mucho menos de en que momento, pero sin darme cuenta, un día ya éramos un equipo. Como en todo equipo peleamos, justificamos, perdonamos, volvimos a pelear y porque no, hasta limamos asperezas con un poco de alcohol... bueno, no con tan poco alcohol, pero a fin de cuentas, siempre seguíamos siendo equipo.

Hoy, por razones mas complicadas de explicar que de aceptar, tengo que separarme de esos chavales que me enseñaron a ser gran parte de lo que soy. Mas allá del melodrama para el cual me pinto solo, y lejos de las adulaciones que se dicen nada mas porque si, les dejo mi gratitud y mi respeto, porque aunque ya no son... bueno, ya no somos unos chavales, crecimos juntos y nos vimos caer, pero jamás detenernos. Por eso, entre algunas otras razones complicadas, para mi siempre serán los chavales gurú que conocí el primero de marzo de aquel ya lejano 2006.