Después de muchas preguntas y después de algunas respuestas, había decidido mantenerme en silencio como signo de cortesía, de gratitud o exactamente no se de que. Ahora, después de quemar un par de borradores y ahogar las voces de alguno que otro recital, estoy de vuelta.
Porque había creído que realmente podía insultar con mis palabras, porque había creído que era mejor continuar con mis ausencias... porque había creído que tenían razón.
Ahora creo que no... que mis palabras nunca han ofendido, solo han sido mal interpretadas. Que mi silencio ha sido tan necesario como mis letras, que mis borradores tan prescindibles como esta entrada...
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