martes, 12 de febrero de 2008

Papelera

Comencé leyendo los viejos borradores, ese montón de líneas que podrían haber dicho mucho pero que nunca fueron terminadas. Uno a uno fueron terminando en la papelera... Quizás es el cansancio que el derroche de descanso me ha llevado a padecer, pero no pude soportar ver esa lista de ideas a medio expresar.

Cada ves que veía ese titulo con deseos de ser publicado, o peor aun, ese escrito que ni titulo portaba, sentía que esperaban a ser terminados y que le fallaba a mis propias letras.

Quizás el eliminarlas fue la peor traición, o quizás al fin recibían el descanso que brinda la certeza, sin embargo, debo confesar que una vez mas, víctima de ese sentimiento extraño, que muchos llaman egoísmo... me siento renovado y admirando la facilidad con la que decidí tomar todo, y dejarlo en la papelera...

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